La caza de lobos es ineficaz y acientífica

Ninguna especie animal levanta pasiones tan encontradas como el lobo. Fuente inagotable de mitos y leyendas desde épocas prerromanas y arquetipo del mal en literatura infantil. Odiado por ganaderos y venerado por ecologistas y conservacionistas.

Estos últimos han convocado para hoy domingo una manifestación en Madrid bajo el lema Lobo vivo, lobo protegido. Protestan contra las medidas de “control”, que a día de hoy, se fundamentan principalmente en la caza de unos cupos asignados por las administraciones regionales para frenar los ataques al ganado. Se trata de una protesta de carácter ideológico o moral. Pero, científicamente, ¿está justificada la caza de lobos? Pues parece que tampoco, la gestión letal del lobo se muestra ineficiente, consiguiéndose con frecuencia resultados contrarios a los esperados.

Pero no vayamos tan deprisa, para comprender los efectos de la caza sobre un súper depredador como el lobo, primero hay que comprender unos pequeños aspectos sobre su biología y comportamiento social y el problema que se quiere solucionar con esta.

Brevísimos apuntes sobre el lobo Ibérico

loboLa población ibérica de lobos sufrió una intensa persecución durante el S. XX, hasta casi su desaparición en los años 70, el último censo realizado en España (2012-2014) arroja cifras de unas 300 manadas (unos 2.000-2.500 ejemplares + 300 en Portugal) lo que muestra una estabilización con respecto al censo anterior (1986-1988) y una ligera expansión territorial, alcanzando zonas al sur del río Duero. Las poblaciones al sur de este río están protegidas, no así al norte del mismo, donde es especie cinegética.

Los lobos, como casi todos los depredadores apicales, presentan características biológicas para auto-regular sus poblaciones como son la territorialidad y la supresión reproductiva de parte de la población adulta, solo se reproduce la pareja alfa de la manada. Esto impide un descontrol poblacional de la especie, y, una vez establecida, la población solo aumentará ante nuevos terrenos sin ocupar o tras una fuerte agresión, como por ejemplo una alta presión cinegética.

Conflictos entre humanos y lobos

Historias populares, viejas leyendas y antiguas trampas de piedra (loberas), son unos pocos ejemplos que testifican los remotos orígenes del conflicto entre humanos y lobos. Lo cierto es que estos conflictos continúan en la actualidad. Se estima que los lobos afectan aproximadamente al 1% del ganado disponible además están los daños indirectos derivados de los ataques (merma en la producción o abortos por estrés del ganado tras los ataques). A nivel local, algunos ganaderos pueden sufrir altos impactos debido a condiciones geográficas o de manejo deficientes. Esto puede llevar a la ruina y desaparición de explotaciones enteras, como causa directa o como detonante de un cumulo de circunstancias (bajos precios, falta de relevo…) ante las que el ganadero se ve impotente y desprotegido. Estos conflictos son más complejos en zonas donde el lobo ha estado ausente durante décadas y ahora regresa (Ávila, Salamanca, Madrid…), áreas donde la memoria colectiva  y los métodos de coexistencia han desaparecido, y su regreso causa más temores entre los ganaderos no acostumbrados a lidiar con este problema. Por lo tanto el objetivo principal de estos controles poblacionales es minimizar estos conflictos entre ganaderos y lobos.

Efectividad de las medidas de control

La preferencia por gestionar este conflicto a base de caza descansa en la idea de que reduce las tasas de depredación sobre el ganado y mitiga la tensión social. Pero en los últimos 2-3 años ha aparecido nueva literatura científica que estudia la efectividad de esta medida en diferentes regiones del globo, demostrando que la gestión letal tiene “poco efecto, o efectos contrarios, al resultado deseado: mitigar la depredación” como muestra un informe del Parlamento Europeo (2018) que añade “Solo una matanza fuera de los límites de la ley que, prácticamente, extinguiera la especie sería efectiva para los intereses ganaderos”. Wielgus y Peebles (2014) llegaban a una conclusión parecida al afirmar que solo una reducción superior al 25% de la población de lobos tendría un efecto positivo en la reducción de los ataques al ganado. Conclusión refrendada por Fernández-Gil et al. (2016) en un estudio realizado en la Cordillera Cantábrica. Por ello, Treves et al. (2016) “desaconseja el control letal para reducir los ataques al ganado”, mostrando más eficacia los basados en técnicas no letales.

Wallach et al. (2015) hace hincapié en la situación contraria, “el control poblacional puede incrementar esas tasas de depredación. Esto se debe a que se descomponen las manadas y los ejemplares sueltos pueden hacer más daño en su búsqueda de comida”. Otra consecuencia de la descomposición de manadas es que se formen dos manadas y en vez de una pareja reproductora tengamos dos en la misma superficie. Por otro lado, Bryan et al. (2014) encontró que los lobos sometidos a presión cinegética tenían mayores concentraciones de hormonas reproductivas como esteroides.

En resumen, Artelle et al. (2018), concluye que “más del 60% de las actuaciones de control de lobos en Estados Unidos y Canadá carecen de aprobación científica”.

Alternativas y conclusión

De la revisión de los informes anteriores se extrae que medidas encaminadas a la fomentar la prevención y la disposición para cambiar hábitos ganaderos contraproducentes ya sea mediante incentivos o formación, son a priori más efectivas que un control directo mediante la caza. Otras medidas compensatorias, en caso de depredación, como una rápida y justa compensación económica o una prima por llevar a cabo una actividad ganadera en zonas loberas se antojan también útiles para una coexistencia posible. Por último, una correcta campaña de concienciación en estas zonas, en especial entre los más jóvenes, y una puesta en valor del lobo como recurso tendrían también un impacto positivo.

Lo cierto es que estas conclusiones contrastan con las medidas del Gobierno. Isabel García Tejerina, sucesora de Cañete al frente de Agricultura y Medio Ambiente, anunció en 2014 que iba a mantener «el compromiso de mi antecesor en la lucha contra el lobo«. En 2017, Tejerina repitió: «Vamos a seguir trabajando para que eso sea posible; para que se puedan matar lobos al sur del Duero con el objetivo de regular las poblaciones«. Y los datos son que, entre Castilla y León, Asturias y Cantabria, se matan legalmente más 100 lobos cada año, lo que supone el 90% de los eliminados legalmente en España (el resto lo completan Galicia, Euskadi y La Rioja). Por ello, a día de hoy, la caza y los controles de población son las herramientas básicas de la “gestión” de los lobos en España.

PD. Este breve artículo solo pretende divulgar los últimos hallazgos científicos referentes a la efectividad de la caza del lobo para reducir los ataques al ganado. Aunque también importantes, no se pretende entrar en consideraciones ideológicas, morales o sociales a favor o en contra de la misma.

Bibliografía consultada

Artelle et al. 2018. Hallmarks of science missing from North American wildlife management. Science Advances

Bryan et al. 2014. Heavily hunted wolves have higher stress and reproductive steroids than wolves with lower hunting pressure. Functional Ecology

Bradley et al. 2015. Effects of Wolf Removal on Livestock Depredation Recurrence and Wolf Recovery in Montana, Idaho, and Wyoming. The Journal of Wildlife Management.

European Union. 2018. Large Carnivore Management Plans of Protection: Best Practices in EU Member

Fernández-Gil et al. 2016. Conflict Misleads Large Carnivore Management and Conservation: Brown Bears and Wolves in Spain. PLoS ONE.

Treves et al. 2016. Predator control should not be a shot in the dark. Front Ecol Environ, 14(7): 380-388.

Wallach et al. 2015. What is an apex predator? Oikos 124: 1453–1461.

Wielgus y Peebles. 2014. Effects of Wolf Mortality on Livestock Depredations. PLoS ONE

 

6 comentarios en “La caza de lobos es ineficaz y acientífica

  1. la problematica de esta especie es muy compleja, hay muchos intereses creados…
    Ganaderos que conviven o lo toleran, otros que solo ven como posibilidad matarlo y se niegan a adoptar medidas pero no a cobrar las ayudas, administracion que paga mal y tarde los daños (en algunos casos no paga cuando es lobo y otras paga sin serlo…) algunos que aprovechan para dejar un cadaver y cobrar… conservacionistas que hablan del potencial turistico pero luego no quieren que se explote el recurso si no es por ellos, gente que sin haber salido al campo pide su protección porque le recuerda a su perrito… muchos intereses y muchas sensiblidades…
    Ahora con cierta organización esta mezclando lo cientifico, lo ambiental con el animalismo que le da fuerza pero le resta rigor y seriedad en algunas manifestaciones/acciones…
    Ni todos los ganaderos son asesinos despiadados o «ganaduros» como les llaman la parte contraria, ni todos los ecologistas son hermanas de la caridad desinteresados ni mucho menos son «ecologetas» como les llaman cazadores y agricultores…
    El problema es que en muchos casos la administracion quiere pagar lo minimo posible de ayudas, no digamos si hay lince y o oso a mayores en la comunidad…

    tema complicado…

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  2. añado intereses turisticos, venta de mastines (en algunos casos de criaderos exposicinales totalmente inefectivos), estudios, dinero para conservacion y recuperacion (que si sube mas rapido de la cuenta o sale de peligro deja de cobrarse por ciertas gentes),notoriedad publica, charlas, dinero para pagar daños…

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  3. El que quiera lobos que los críe en sus dominios, bajo su responsabilidad, castrados y controlados, porque atacan …
    A un grupo nos persiguió una manada por los montes de Vega de Nuez ( Zamora ), y gracias a un cazador huyeron, no se lo deseo a nadie. Son fieras, astutas, voraces …
    Yo estaré siempre del lado del ganadero. Que es el que sufre. ¡Pobres animalicos sus ganados !

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  4. Yo hice mi proyecto final de carrera sobre el lobo y tuve la oportunidad de conseguir buena experiencia en este tema y ¡buf! que berenjenal. Es un tema tremendamente complicado en España en el que hay un tira y afloja constante entre los que quieren que sea especie cinegética y los que no. Los políticos van a tirar por quien les convenga, no van a ponerse a mirar estudios que demuestran cuales son las medidas adecuadas a tomar. Está claro que la formación sobretodo en gente joven es muy importante y ayudaría mucho, pero cambiar la mentalidad en general que se tiene entorno al tema del lobo como fiera y demonio, es todo un reto que desafía la paciencia y el estomago de cualquiera. Creo que lo tengo más fácil en Alemania por ahora jeje donde está volviendo y expandiéndose. España esta muy lejos de ir por el buen camino, no hay ni camino ni bases hechas es un desastre. Y las atrocidades que salen en las noticias, no sé que esperan a que eso ayude o que realmente se vaya a conseguir algo. Yo desde aquí sólo percibo caos.

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