Cualquier tiempo pasado fue peor

Esta que acaba ha sido la mejor década de la historia para vivir.

Hombre, me dirás, ¿no lees los periódicos? Yo hago balance y solo me vienen a la cabeza cosas negativas: atentados del Estado Islámico en Barcelona, Paris o Londres, guerra en Siria y Libia, crisis migratoria en el Mediterráneo, cambio climático…¿Cómo puedes decir eso?

Muy fácil, contando. Tenemos datos para medirlo. ¿Cuántas personas son víctimas de violencia, son analfabetos, mueren de hambre o enferman en proporción al número total de personas? ¿Y esos números están subiendo o bajando? Además, esta es la única forma de tratar cada vida humana igual en lugar de privilegiar a las personas más cercanas a nosotros o más fotogénicas. Los principales indicadores se pueden medir de una manera fiable a lo largo del tiempo y la gran mayoría muestran la misma tendencia: hoy vivimos mejor que hace una década, mucho mejor que hace 50 años e infinitamente mejor que hace 200. (¡Ojo! estos datos son en términos relativos (%) pero si tomamos los datos absolutos (nº total de personas) se observa la misma tendencia pese al aumento de la población.)

Two-centuries-World-as-100-people-750x514

Fuente: Our World in Data

Entonces, si las condiciones de vida en todo el mundo han mejorado de manera importante. ¿Por qué a menudo tenemos una opinión negativa sobre cómo ha cambiado el mundo en las últimas décadas y siglos?

Dos causas principales: a) las personas estiman la probabilidad o frecuencia de un evento por la facilidad con qué ciertos recuerdos nos vienen a la mente. Si el telediario habla todos los días de ataques terroristas creerás que es un peligro real, aun cuando las probabilidades de morir por este tipo de ataques sean casi cero en Europa, sin embargo infravaloraremos las posibilidades de morir de enfermedades cardiovasculares, que suponen la principal causa de muerte en el mundo con casi un 30% de las muertes. En otras palabras somos malos evaluando riesgos (como ya explique aquí) y b) los medios de comunicación distorsionan la realidad. Los medios proporcionan una instantánea de eventos individuales que, en la mayoría de los casos, son negativos y que van calando en la sociedad. Las tendencias de progreso y mejora de la calidad de vida no son noticia y, por lo tanto, nunca aparecen en los titulares. Una buena muestra de la desconexión existente entre lo publicado en los medios y la realidad se muestra en la siguiente gráfica.

Pero, ¿qué titulares veríamos si en vez de diariamente los periódicos saldrían cada década? Sin duda serian la reducion de la pobreza, de las muertes violentas, las mejoras sanitarias y en educación…

Causes-of-death-in-USA-vs.-media-coverage-716x550.png

Causas reales de muerte en EEUU frente a lo mostrado en los medios. Fuente: Our World in Data

Y esto, ¿qué consecuencias tiene? 

Una errónea percepción sobre estos cambios alimenta un descontento general sobre cómo está cambiando el mundo, curiosamente esta percepción negativa es mucho mayor en los países ricos.

Esto pone de manifiesto el mal papel de los medios de comunicación (y también del sistema educativo) en comunicar nuestros avances como sociedad.

Si el pesimismo se extiende no solo sobre el pasado sino también hacia el futuro esto puede tener consecuencias graves. Por ejemplo, si creo que el mundo está determinado a ir a peor, ¿qué motivación tengo para ir a votar o para exigir acciones que puedan traer desarrollos positivos?

¿Pero es todo positivo?

Por otro lado es importante no caer en un optimismo injustificado que también pueda paralizar futuros progresos. Que en 100 años la tasa de pobreza extrema haya pasado del 80% al 10% significa que todavía una de cada diez personas viven en estas condiciones.

Por otro lado, uno de los mayores retos a día de hoy es el impacto de la humanidad en el medio ambiente que está poniendo en peligro la biosfera y cuya manifestación más evidente es el cambio climático. Sin embargo, resolver estos y otros problemas es siempre una empresa colaborativa, por suerte el grupo de personas que podemos trabajar juntos es hoy mucho más saludable, mejor alimentado y mejor educado que nunca antes en nuestra historia. Esta es nuestra principal baza para hacer frente a los futuros retos a los que, como sociedad, nos estamos enfrentando y nos vamos a tener que enfrentar en el futuro.

Deja un comentario